Freire plantea que el problema de la humanización es una preocupación ineludible , pues el hombre en la actualidad se a deshumanizado. Sin embargo también plantea que el hombre es un ser inconcluso, por ende en búsqueda de su humanización , a esto Freire lo denomino “ vocación de los hombres” , esta vocación consiste en tener el deseo de ser más y ( de justicia , libertad , etc.).
Sin embargo el opresor por medio de la violencia tiende a deshumanizar al oprimido y distorsionar la vocación de ser más por la de ser menos. Esto conlleva a que en algún momento los oprimidos se revelen y luchen contra quien los oprime , para buscar la recuperación de la humanidad tanto de él en situación de oprimido como del opresor.
Freire plantea que la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos es liberarse a sí mismos y liberar a los opresores : “ solo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será suficientemente fuerte para liberar a ambos”. Pero todo esto se lograra solo si el oprimido toma conciencia de la situación de su realidad a través del conocimiento y reconocimiento de la misma, para poder cambiarla.
Toda esta lucha de recuperación de la humanidad por parte del oprimido a través de la concientización de su realidad , es a lo que Freire llamo Pedagogía del Oprimido.
Pedagogía de la Esperanza
En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que supere la ?pedagogía del oprimido?, por lo que sintetiza los grandes temas gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social.
Nuestra cabeza piensa donde nuestros pies caminan
Las Venas Abiertas de América Latina
La gran obra de Eduardo Galeano tiene el mérito de despertar una amarga y auténtica indignación por los genocidios cometidos en nombre de la religión, la libertad y el progreso, durante el proceso que se inicia con la conquista de América y que aún no se ha cerrado. Escrito en 1970, y posteriormente corregido y aumentado en 1978, este libro ha marcado a toda una generación de jóvenes lectores en un momento particularmente difícil de la historia latinoamericana. Justamente, entre la primera edición y su posterior revisión surgieron y cayeron diversos gobiernos de tipo "popular", a caballo entre las ondas expansivas de la Revolución Cubana y los inicios de la feroz represión desatada por los regímenes militares egresados de la Escuela de las Américas. La crudeza de la represión de las dictaduras militares que acontecieron luego de la primera edición de este libro sólo puede ser comparable a la ensañada violencia de la conquista. El optimismo sobre el futuro posible hacia fines de los ’60 hacía parecer aquellas atrocidades como reliquias precapitalistas, irracionales despliegues de violencia basados en la sed de metales preciosos de los hidalgos españoles y el hambre de intereses de los bancos europeos. La brutalidad de los gobiernos militares de Argentina o Chile, por citar dos ejemplos paradigmáticos, vino a desmentir las teorías del progreso pacífico, y a oscurecer el horizonte socialista. La intelectualidad latinoamericana, exiliada en su mayoría, tuvo muchos problemas para asimilar este cachetazo de la realidad. Este es un interesante punto de vista para reconsiderar la lectura de "Las venas abiertas..." con una perspectiva histórica, y reapropiarse críticamente de la tradición revolucionaria latinoamericana. Galeano mismo nos previene del carácter divulgativo de la obra, desde un "autor no especializado" hacia un público correspondiente.